Cuenta Procuraduría para las Niñas, los Niños y la Familia con herramientas tecnológicas para detectar posibles delitos

Torreón.- La Procuraduría de Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) en La Laguna tiene una “Sala Antena” que cuenta con un software interactivo, cuya finalidad es detectar omisiones de cuidado, maltrato físico o psicológico, así como algún delito del que el menor haya sido víctima o testigo.

En lo que va del año, 15 infantes han sido valorados en este espacio con la ayuda de dos psicólogas de la dependencia estatal, que son las capacitadas para poner en marcha dicho procedimiento, así lo compartió José Julián Vázquez Favela, titular de la PRONNIF en la Región Laguna.

Indicó que está la oficina de monitoreo, que es coordinada por las psicólogas, desde donde manejan el software y se convierten en “antenitas”, caricatura interactiva que aparece en una pantalla, en la habitación donde sólo los menores ingresan y empiezan una conversación.

Esta herramienta genera un confort en las niñas y niños o adolescentes entre 3 y 14 años, permite que puedan explayarse más que cuando usualmente lo harían entrando en rapport con una psicóloga.

Tienen una mayor fluidez con lo acontecido, toda vez que las especialistas les informan que “antenitas” se llama así porque sus oídos (unas antenas) están listas para escucharlos y sólo platican con infantes, precisó.

Las expertas preguntan a los menores cómo es su familia, cómo son sus padres, a qué les gusta jugar, qué juegos les molestan, qué situaciones los incomodan, en una charla que dura aproximadamente de 30 o 40 minutos.

También les recomiendan tener una persona de confianza con la que puedan platicar y los protejan de las situaciones que los incomodan.

Después de esto, la psicóloga hace un reporte de lo que arroja la sala y lo sugiere como algo confidencial para las instituciones, para que evalúen la impresión de lo que se obtuvo como resultado y se actué en consecuencia.

“Evidenciamos el nivel de riesgo en el que el menor pudiera estar y brindamos medidas especiales para su protección; es decir, en razón del derecho vulnerado es la medida a aplicar; con la suma de omisiones de cuidado podemos retirar al niño del seno familiar, por citar algún ejemplo”, expresó.

Dejó claro que esta estrategia no se realiza a la primera; como muestra, cuando uno de los padres llega a denunciar omisiones de cuidado y para no revictimizar al infante, empiezan por hacer un reporte.

Después se coordinan con la institución educativa donde estudia para conocer cómo es tratado el menor, quiénes lo llevan y están al pendiente de él, las inasistencias, su promedio general, su aspecto higiénico, entre otros, y eso les da una primera impresión.

Por otra parte, podrían pasar a un certificado del hospital municipal para ver si tiene el síndrome del niño maltratado o si presenta desnutrición, que refleje que hay descuidos.

Incluso, si lo creen conveniente, acuden al médico legista para revisar lesiones antiguas o recientes que les permitan determinar si han sido acciones por omisiones o con dolo e imprudencia.

“Entendemos que hay accidentes pero valoramos no haya sido intencional”, aclaró.

Sólo después de lo anterior y si se percatan que las omisiones no van a ser visibles por estos medios, es cuando acuden con “antenitas”.

La Convención de los Derechos del Niño, así como la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes establecen un catálogo de derechos que la Procuraduría debe vigilar que no se vulneren, y entre ellos está el derecho a la vida, a la salud, a la identidad, a la educación y a una vida libre de violencia.

Vázquez Favela sostuvo ese es el objetivo de La Procuraduría de Niños, Niñas y la Familia: garantizar los derechos humanos de los infantes, de tal forma que propicien su crecimiento y desarrollo integral. (EL HERALDO)