JOSÉ VEGA
El entonces candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a impulsar políticas y programas que permitan la autosuficiencia del país en la producción de frijol, maíz y arroz, así como establecer precios de garantía.
De gira proselitista y en el trayecto carretero entre Tepic y Mazatlán, productores de frijol le solicitaron detenerse para exponer la situación que prevalece, puesto que aseguran que les pagan sólo ocho pesos el kilo de producto, cuando en los centros comerciales lo revenden hasta en 40 pesos.
Ante ello, López Obrador se comprometió a frenar las importaciones de estos alimentos y dijo: «Vamos a producir en México todo lo que consumimos y de esa manera vamos a ser autosuficientes». «Porque ahora se compra maíz en el extranjero, frijol, arroz, se compran los alimentos y las gasolinas», indicó en el improvisado dialogo y mitin con los productores del norte de Nayarit.
«Se va a rescatar al campo del abandono en que se encuentra, se le va a pagar bien a los productores y, ahora como ustedes lo saben y lo padecen, tienen que vender barato todo lo que producen y comprar caro todo lo que necesitan» y dijo, además, que de ganar la Presidencia de la República «vamos a fijar precios de garantía para los productos del campo y vamos a lograr la autosuficiencia en maíz y ya no se va comprar el maíz en el extranjero y ya no se va a comprar frijol en el extranjero, porque vamos a producir el frijol, sobre todo con los campesinos de Zacatecas, Durango y Nayarit».
“Vamos a que reciban buenos precios por el frijol, no como ahora, no estos ocho pesos por kilo, sino que se les pague bien, van a haber precios de garantía, compensaciones y lo que vamos a buscar es que esos apoyos lleguen de manera directa al productor” (Notimex 120418).
Ante esta propuesta de nuestro Presidente Electo me gustaría comentar sobre mi experiencia. Mi primera oportunidad laboral la recibí como analista de la Dirección General de Economía Agrícola en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en 1982. Esa dependencia era la encargada, entre otras cosas, de la elaboración de los estudios socioeconómicos que servían de base para la proposición de los precios de garantía agropecuarios.
El establecimiento de precios de garantía era un instrumento de la política agrícola mexicana encaminado a fomentar el cultivo de productos básicos, que consistía en asegurar un precio mínimo de compra, con el fin de evitar que los productores cambiaran su vocación hacia cultivos más productivos. Para no hacer el cuento más largo, solo diré que el ejercicio de investigación y análisis era muy interesante y me permitía pasarme ratos muy entretenidos, disfrutaba trabajando. Y que de esa labor he sacado las siguientes breves conclusiones.
El proceso inflacionario experimentado en el país en los años setenta causó efectos directos en los costos de producción agrícolas lo que trajo como consecuencia el desaliento de los productores de granos básicos en especial.
Con el fin de dar respuesta a este problema y lograr la regulación del abasto de los productos esenciales en la alimentación, el Estado instrumentó la política de precios de garantía.
En 1977 el Poder Ejecutivo Federal publicó un decreto indicando la revisión oportuna del precio de garantía como estímulo a la producción. (Diario Oficial del 12 de mayo de 1979). Durante el período de 1977-1981 el precio de garantía del maíz mostró una tasa media anual de crecimiento del 24%, teniendo el crecimiento más significativo de 1980 a 1981, el cual fue de 47%, este incremento coincidió con la puesta en marcha del Sistema Alimentario Mexicano, siendo pretensión del gobierno inducir en el productor, en especial, al empresario agrícola, el cultivo de granos básicos.
En el mismo período el precio de garantía del frijol tuvo una tasa media anual de crecimiento del 34% logrando un incremento promedio anual del 8.25% en términos reales (DGEA-SARH). Asimismo, el trigo manifestó un crecimiento anual del 22% en su precio de garantía y el arroz del 21%.
La política de precios de garantía era un eslabón del conjunto de la política agrícola del Estado, y pretendía conjuntamente con la transferencia de recursos, el fomento de la producción de los granos básicos para la alimentación. Sin embargo, debido a que el procedimiento para determinar los precios de garantía tomaba en cuenta costos medios de producción y productividades medias del total del país, la fijación de estos precios solo beneficiaba a los productores con ventajas tecnológicas mayores, ya que sus elevados rendimientos se convertían en grandes márgenes de ganancia, derivados del disímil desarrollo de las fuerzas productivas en el campo, dándose con ello un ciclo de acumulación y pauperización cada vez más marcado en el sector rural mexicano.
Este humilde servidor no es quien para decir si se debe o no regresar a la política de establecimiento de precios de garantía en los productos agrícolas, pero no quise dejar pasar la oportunidad de comentarles lo que yo vi en aquellos mis primeros años de analista, igual sirve de algo.
José Vega Bautista
@Pepevegasicilia
josevega@nuestrarevista.com.mx
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