AMLO, ¿Presidente o Mesías?

El ahora si oficialmente presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, está respondiendo al pie de la letra a lo que millones de mexicanos esperaban de él: tener a un Mesías en la presidencia.

De acuerdo con el diccionario de la lengua española, para los cristianos el Mesías es el redentor enviado por Dios para salvar a la humanidad. También se dice así al sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida.

Y esa última es la descripción que mejor le acomoda a López Obrador: el redentor que viene a salvar a México, en cuya llegada millones de mexicanos tienen puesta una confianza desmedida.

Las primeras acciones que López Obrador ha anunciado que implementará en cuanto asuma el cargo, corresponden precisamente a esta descripción.

Así ocurrió por ejemplo con el anuncio de “borrón y cuenta nueva” para miles de usuarios morosos de la Comisión Federal de Electricidad en Tabasco, cuyo adeudo asciende a 49 mil millones de pesos, 13 mil millones más que la llamada “mega deuda” de Coahuila. Condonarles éste adeudo, que él mismo propició hace más de 20 años cuando les pidió a los tabasqueños no pagar el recibo de la luz como una forma de declararse en resistencia civil por lo que él consideró un fraude en su contra cundo contendió y perdió por la gubernatura de ese estado en 1994, es una decisión propia de un Mesías, no de un presidente.

Lo mismo ocurre con la decisión anunciada el pasado martes en Ciudad Juárez, de bajar el IVA en la frontera al 8.25%, el Impuesto Sobre la Renta al 20%, aumentar al doble el salario mínimo, además de igualar los precios de gasolinas, diésel y energía eléctrica en la frontera con los de Estados Unidos.

Tan solo la disminución del IVA le costará al país alrededor de 110 mil millones de pesos anuales. A ésta cifra habría que añadirle el costo por bajar también el ISR. ¿Cómo le va a hacer López Obrador para recuperar todo ese dinero?

E igualmente, el presidente electo ratificó en Ciudad Juárez su decisión de otorgarles el perdón a los delincuentes, como parte de su estrategia para pacificar el país. Otra decisión muy propia de un Mesías, quien asume para sí mismo la facultad de perdonar, sin importarle lo que al respecto piensen las víctimas de éstos delincuentes.

“Coincido con los que dicen no olvidar, pero estoy a favor del perdón. Respeto mucho a quienes dicen ni perdón ni olvido. Digo olvido no, perdón sí”, señaló López Obrador al inaugurar el Foro Escucha, Por la Pacificación y Reconciliación Nacional, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).

A las víctimas presentes en el foro les dijo que deben ser respetuosos, tolerantes y actuar en unidad pensando que «la patria es primero» y «estar dispuestos a perdonar».

AMLO aún no asume el cargo. Le faltan casi cuatro meses para hacerlo. Pero desde ahora ya está actuando como un auténtico Mesías, un redentor que viene a perdonar a los pecadores, que les va a condonar sus deudas a los morosos, que les va a bajar impuestos a los que así se lo pidieron. Y todavía falta más: los apoyos que prometió para los adultos mayores, y para los ninis, los que no estudian ni trabajan.

Sólo el tiempo dirá si estas decisiones mesiánicas son las correctas para enderezar el rumbo del país, o terminan por ser el factor que acabe por hundir a México en una crisis económica similar a las que vivimos en el pasado.

Por lo pronto, AMLO tiene todo el poder, y no hay quien le lleve la contraria, de tal forma que lo que él decida, es lo que va a ocurrir. Estamos en sus manos pues, ojala y sea para bien. (FRANCISCO J. DE LA PEÑA)

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