Armas 3D, la nueva amenaza

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Bastan unas horas para crear un arma mortal en casa, sólo hay que tener acceso a una impresora 3D y los planos para fabricar una pistola, compartió El Heraldo de México.

El pasado 1 de agosto serían liberados, gratuita y legalmente, los planos para que cualquiera pudiera crear su armamento, desde una pistola hasta un rifle o fusil AR-15; pero un juez bloqueó, temporalmente, la distribución.

Donald Trump había llegado a un acuerdo con el grupo proarmas Defense Distributes, con sede en Texas, para que circularan los instructivos en su sitio web.

Defense Distributes es una organización sin fines de lucro y defensora ferviente del uso de armas de fuego en Estados Unidos que busca publicar un amplio catálogo de armas; en 2013 ya se había enfrentado a la administración de Barack Obama, que bloqueó la difusión al considerarla un problema, debido a las constantes balaceras masivas en su territorio.

De acuerdo con el juez Robert S. Lasnik, quien frenó de nueva cuenta el tema, eso causaría un daño irreparable. Estas armas son imposibles de rastrear, no tienen número de serie, y al ser de plástico son indetectables para los localizadores de metal de aeropuertos y edificios.

Y es que la violencia armada en Estados Unidos ha dejado del 1 de enero al 1 de agosto de este año, ocho mil 494 muertes y 16 mil 447 heridos, de acuerdo con la organización Gun Violence Archive, que lleva un conteo detallado de cada incidente.

En todo el país se han reportado, además, 203 tiroteos masivos y 33 mil 875 incidentes con armas de fuego en el mismo periodo.

Por ello, ocho fiscales estatales y uno de distrito demandaron a Trump por facilitar el acceso a los manuales.

Pero para los grupos proarmas la decisión viola la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas.

Para Cody Wilson, fundador de Defense Distributes, el acceso a un arma es “una dignidad humana fundamental”.

En un comentario ambiguo, Donald Trump se limitó a decir: “Estoy viendo (el tema de) las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la Asociación Nacional del Rifle, ¡no parece tener mucho sentido!”.

Actualmente es fácil conseguir una impresora 3D, en internet su precio oscila entre siete mil 500 y 45 mil pesos. Imprimir una arma tarda en promedio 36 horas.

El modelo más conocido es el Liberator, fue diseñado en plástico en 2013, sus planos fueron difundidos en internet por dos días, antes de que el Departamento de Estado ordenara su retiro; se estima que el instructivo fue descargado unas 100 mil veces.

Aunque Defense Distributes no tiene autorización, por ahora, para difundir los instructivos, páginas de internet de intercambio de archivos los siguen compartiendo.

Incluso se han reportado casos de aseguramiento de este tipo de armas en países como Japón.

Mientras que en Australia y Reino Unido han legislado las armas impresas en 3D y se han prohibido la fabricación, compra, venta y posesión de fusiles de este tipo. (EL HERALDO DE MÉXICO)