CAFÉ POLÍTICO

 RAMÓN BETANCOURT

 CLAROSCUROS

Será porque ganó por 31 puntos de diferencia a su más cercano competidor la transición presidencial ha sido inédita. El haberle sacado Andrés Manuel López Obrador esa enorme ventaja al panista Ricardo Anaya Cortés, lo ha privilegiado al grado de hacer “desaparecer” del escenario político al presidente  Peña Nieto. Hoy, como desde hace meses, AMLO ha marcado la agenda. No hay antecedentes en los últimos sexenios de ello. Desafortunadamente este fenómeno es demasiado peligroso toda vez que la concentración del poder en una sola persona (que llega con más de 30 millones de votos y con ambas Cámaras a modo), le han hecho cometer una serie de pifias y errores que creo no hay colaborador cercano que le contradiga y couche para bien de todos. No digo que todo lo que está haciendo AMLO esté mal, pero no todo está bien. Para muestra un botón: López Obrador tuvo el gran acierto de nombrar a Juan Ramón de la Fuente como representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pero metió la pata al nombrar a Manuel Bartlett como próximo Director General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

 

ACADÉMICO E IVESTIGADOR… CORRUPTO E INMORAL

Cuando escuchamos el nombre y vemos en TV o en las redes sociales a Juan Ramón de La Fuente, nos causa una grata impresión por ser él un destacado médico psiquiatra, académico, investigador, político (titular de la Secretaría de Salud en el sexenio de Ernesto Zedillo) y rector de la UNAM. Pero cuando vemos a Manuel Bartlett nos causa repulsión. De inmediato se nos viene a la mente que es un sujeto despreciable, corrupto y de la peor ralea. Recordamos la “caída del sistema” que hiciera ganar a Carlos Salinas. Y en ese fraude mucho tuvo que ver Bartlett que ahora Andrés Manuel lo premia con la CFE cuando nuestras paraestatales, que están quebradas, no aguantan ninguna curva de aprendizaje y menos de personas viles e inmorales. Este tipo de tropezones cometidos por AMLO y el tratar de encontrarle virtudes al senador con licencia y exgobernador de Puebla, a nadie convence. Similar caso de tropezón, aún mayor, es querer imponer Coordinadores Regionales en los 32 estados del país. Hay que recordarle al virtual presidente electo que el Artículo 115 de la Constitución General de la República mandata el respeto y sana distancia entre los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal. Sobre todo, la autonomía de los municipios y estados en relación con el gobierno federal. Huelga decir que si AMLO desea llevar la fiesta en paz con los gobernadores y alcaldes de todos los partidos políticos, debe privilegiar el Pacto Federal que debe ser de mesura y deferencia en acatamiento al orden constitucional.

 

ENRIQUE ALFARO

Vamos ¿Cómo es posible que López Obrador trate de imponer como Coordinadores Regionales a los candidatos en los estados en donde perdieron la elección? Ejemplo son Delfina Gómez (MORENA) que perdiera el año pasado la gubernatura del Estado de México ante Alfredo del Masso. O como Carlos Lomelí (MORENA) que fuera derrotado el pasado 1 de julio en Jalisco. Por cierto, ambos presumen hoy en día la “fuerza que tendrán” al decir que si los gobernadores quien hablar con el Presidente (en este caso AMLO), será por conducto de ellos, lo que es una mentada al Pacto Federal. No dudamos que la mayoría de los gobernadores del PRI, PAN y PRD harán lo mismo que el gobernador electo independiente de Jalisco, Enrique Alfaro; de deslindarse del propósito infamante de AMLO de quererles imponerles una cuña que dicho sea de paso, sería como una cena de negros en todas y cada una de las entidades federativas. Y eso es grave por las funestas consecuencias que podrían darse.

 

PÉSIMA, ANA MARÍA

En tema local. Pésima se vio la regidora panistas al Ayuntamiento de Torreón, Ana María Betancourt al tratar con la punta del pie a un grupo de estudiantes que fueron a exponer un proyecto en la pasada sesión de Cabildo. Si de por si la imagen de varias dependencias municipales están por los suelos como las oficinas de Antonio Loera (a) “Atila”, porque donde pisa no crece la hierba; o las oficinas de Cultura, de Elías Agüero, en donde huele un día sí y otro también a “elote quemado”, o en Tránsito y Vialidad, en dónde no hay titular ya que Pedro Luis Bernal agarró sus chivas y se fue a Nueva York, una de las ciudades más caras del mundo. Y vaya que Bernal no tiene los 7 meses de chamba. Carajo, al parecer en el gobierno municipal no hay cabeza y dirección ya que existe la percepción de que al alcalde Jorge Zermeño no le hacen caso varios de sus colaboradores. Pues bien, Ana María Betancourt enseñó el cobre ya que a los estudiantes y maestros de la IBERO –que iban muy orondos y entusiasmados a presentar al Pleno del Cabildo un proyecto del centro de Torreón–, casi los corrió de fea manera con el trato que les dio. Cabe señalar que Ana María es de las regidoras que se creen bordadas a mano ya que ve a la gente como Dios a los conejos: chiquitos y orejones. ¿Será de sangre azul? Pésima y de dar lástima pues.

 

Autor

Ramón Betancourt
Columnista