CAFÉ POLÍTICO

RAMÓN BETANCOURT 

CENTRALISMO ABSOLUTO

Toda vez que existe el riesgo de que se dé un centralismo absoluto, el sector patronal del país se opone a que haya Coordinadores Estatales de parte del próximo gobierno federal. Es decir, no porque exista la figura de Coordinador se va acabar la corrupción y habrá mejor manejo de los recursos federales, como argumentan los que van a entrar. Es como decir, los actuales delegados federales han cometido toda laya de corrupción y han hecho mal uso de los recursos. Quizá algunos sí han cometido pecados, pero no todos, por lógica. Aquí el asunto es que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quiere tener el absoluto control sin importarle la sana distancia que debe darse entre la figura del municipio y de los estados de la república (artículo 115 de la Constitución), como contrapesos del gobierno federal que debe existir en una verdadera democracia.

TODOS CONTRA TODOS

Además, de prosperar la pésima idea del virtual presidente electo, habría fuertes fricciones entre los 32 gobernadores con los coordinadores regionales. Que quede claro que la corrupción no se acaba por decreto, ni mandando coordinadores a los estados. Vamos, muy diferente sería que el próximo gobierno a partir del sábado 1 de diciembre iniciara una depuración de algunas delegaciones que no ha razón de que existan en provincia. O que haga una liquidación –justa– de personal que muchas de las veces en algunas oficinas se exceden en su número. Incluso, dar de baja a “aviadores” que solo cobran cada día 15 y 30. Eso sería parte de la solución. El que López Obrador mande cuñas a los estados, es enfrentar, inexorablemente, a los gobernadores del PRI, PAN, PRD y MORENA –todos– con los enviados del centro. Los mexicanos debemos privilegiar la buena marcha del país, por lo que Andrés Manuel debe dar marcha atrás a esta descabellada propuesta. Que recule pero ya.

ESCUELAS DEL CRIMEN

Por cierto, una de las estrategias de seguridad que aplicará AMLO a su arribo a la presidencia, es reinsertar a miembros del narco y de la delincuencia  organizada. O sea, a la gran mayoría de los criminales que han delinquido sin piedad, asesinando a padres, madres, hijos y a familias completas, destruyéndoles la vida por completo a sus más cercanos, AMLO pretende que se reinventen a sí mismos a través de un proceso de reinserción social para que se reincorporen, sin mayores problemas y con la mayor naturalidad posible a la vida social. Carajo, cual si fuesen unas blancas palomitas y damas de la caridad. Quienes han cortado cabezas, quienes han sido pozoleros, quienes han cometido asesinatos de alto impacto, quienes se reúnen para delinquir y cometer todo acto de alta barbarie; todos esos sujetos no pueden reinsertarse a la sociedad porque son criminales en potencia debido a que, según la teoría de Garófalo (jurista italiano experto en criminología), los crímenes tienen raíces puramente antropológicas. López Obrador deberá definir con exactitud a quienes quiere ayudar (reinsertar) porque la verdad es que quienes actualmente purgan condenas en cárceles, se titulan con el grado de “Doctorado” debido a que los Ceresos son auténticas escuelas del crimen.

Al tiempo.

MÁS DE UN MILLÓN DE PESOS

En temas locales. Más de un millón de pesos mensuales recaudan oficinas del estado y municipio por concepto del alcoholímetro en tan solo 28 días. Es decir, los últimos retenes en donde a todo mundo se les practica la prueba del alcoholímetro, son eminentemente recaudatorios. Y lo peor de ello, es que como el Monje Loco; “nadie sabe, nadie supo” en donde fue a parar ese millón 24 mil pesos que cobran –a veces con recibo y a veces no–, en oficinas del Cereso y en la oficina de Tribunales de Justicia Municipal. Cabe destacar que a los conductores que agarren medio chachalacos, “a medios chiles” o “hasta atrás”, pasan las de Caín porque es toda una odisea que los familiares o amigos que hacen la gestoría para liberarlos, paguen hasta 3 multas para lograr la salida del infractor como la de su automóvil. Por ejemplo. Cada semana caen cerca de 80 detenidos que no pasaron la prueba del alcoholímetro. Cada uno de ellos deberá pagar 3 mil 200 pesos (ya con descuento) por lo que cada semana entre estado y municipio recaudan 256 mil pesos.

UNA BICOCA

Además de 3 mil 200 pesos, se deben pagar por arrastre de grúa y pensión cerca de 1 mil 500 pesos. Es decir, el chistecito de andar manejando medio pex, le sale al conductor en 4 mil 700 pesos si bien le va. Lo del millón 24 mil pesos que se recaudan cada 28 días (4 semanas), algo de ese dinero entra a las arcas estatales y municipales, pero gran parte de esa lana nadie sabe dónde quedó. Ya los regidores del PRI al Cabildo de Torreón pusieron el grito en el cielo ya que de los 229 accidentes que se han producido en este año de 2018 y que han dañado la infraestructura urbana como camellones, cordonería, arbotantes, señales viales, bardas perimetrales, estructura de puentes, entre otros, solo 107 infractores han pagada la irrisoria cantidad de 367 mil pesos, o sea, 3 mil 429 pesos por daño, lo que es una bicoca.

CHUY CAMPOS

Los 122 restantes conductores responsables de dañar la infraestructura vial, no se han purificado –no han pagado, ni pagaran– ya que se presume que hubo arreglos poco ortodoxos (en lo oscurito) para beneficio de unos cuantos vivillos del Tribunal de Justicia Municipal. Creemos que su Presidente, don Jesús Javier Campos Escobedo no tiene vela en el entierro ya que no es de uñas largas. Pero sí sus segundones y hasta los jefes de Peritos que son lo que podrían llevarse la mayor tajada. Huelga decir que los ediles priistas al Cabildo torreones en voz de Eduardo Carmona, en breve habrán de exigir una investigación en el sentido de que por qué los 122 conductores no han pagado los daños a la infraestructura vial, o de plano ya pagaron y el dinero no ingreso a las arcas municipales. También reclamarán se investigue a donde va a parar el millón 24 mil pesos que se recaudan cada 28 días por no pasar la prueba del ácido (alcohol). Que Jorge Zermeño demuestre que en su gobierno municipal existe la transparencia, aunque muchos lo dudan. Por cierto, si a uno le encanta la “mexicana alegría”, pos llévense a su conductor designado (resignado) y listo. Ok.

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Autor

Ramón Betancourt
Columnista