Una taza y dos de cultura

SERGIO ARÉVALO

Una copa…tal vez dos

Mi garganta se cerró, mi lengua se anestesió, mi estómago se calentó momentáneamente, pero me gustó. Los ojos de ella estaban fijos en mí, había sido cómplice de tal acontecimiento, estaba orgullosa de lo que había hecho, mi abuela me dio mi primera copa de vino tinto, ya después vendría toda una catedra del buen beber, y saborear el vino como a la novia/novio de secundaria “a besos cortos pero intensos”.

Pero dejemos de echarle la culpa a la abuela de mis vicios. ¿Cuantas veces no nos quedamos con la mente en blanco cuando algún familiar, amigo o visita inesperada nos pide le demos un tour por la ciudad? o hasta por el mismo estado para conocerlo mejor, lo que hacemos es cruzarnos de brazos y pensando ¿Pues qué le enseño? ¿Qué estará bueno? Lo primero que viene a la mente es: El Museo del Desierto, reconocido a nivel mundial, pero ¿Con qué más cuenta el estado?

El estado de Coahuila cuenta no con uno ni con tres ¡Con seis pueblos mágicos! Así como lo oye, no nada más Colima y su Cómala, también Coahuila tiene su magia. Actualmente Arteaga, Candela, Cuatro Ciénegas, Guerrero, Parras de la Fuente y Viesca (prueben los mamones) son reconocidos como Pueblos Mágicos, destacando por su riqueza histórica, cultural, gastronómica, paleontológica, sus grandes bellezas naturales únicas en el mundo y especies endémicas. Posiblemente, no conozca más de 3 de los 6 municipios (no se deprima), seguramente ha creído que son…pueblos, pero no son cualquier pueblo, ¡Son mágicos! Dignos de nuestra admiración y respeto, así como de presumirlas a la visita, como diría mi abuela de “Cacaraquear el huevo”.

Pero si usted no es de esos que se toma fotos en los escenarios naturales ofrecidos por la madre naturaleza, es más de cosas ardientes como mi abuela (no piense mal), Coahuila desde hace años se ha abierto paso como uno de los estados de mayor producción de ¡Vino tinto! Usted posiblemente me dirá “obvio, el de Parras” pero déjeme decirle que no solamente ese, claro que Casa Madero y otras casas productoras de esa zona tienen ya su trayectoria.

En la actualidad se ha reactivado la inversión vitivinícola en todo Coahuila: en la región de Parras contamos con: Viñedos Don Leo, Agrícola Santo Madero, Rivero González, Casa Madero, Hacienda del Marqués, Barro Viejo, Hacienda del Rosario antes antigua hacienda de la Soledad. En el norte en San Buenaventura se encuentra el Rancho El Fortín, y en Piedras Negras la Vinícola Don Baldomero. En la Región Sureste: en Ramos Arizpe están las Bodegas Capellanía (tome nota, no solamente es zona industrial). En el valle de Paredón, la antigua hacienda de San Juan de Amargos y en Arteaga con sus buenas tierras Los Cedros donde se produce un vino que le llaman de la montaña. En el poblado del Huachichil la Bodega del Viento, y El Alto de San Juan que este camino del Tunal a la Jacinta; en General Cepeda la Hacienda la Florida por mencionar algunas, esto año con año ha ido creciendo ¡hay mucho que conocer! Y beber.

Esta demostrado que el vino tinto ayuda a tu estado de ánimo, y la ciencia sugiere que también puede ser bueno para tu corazón, tu cerebro y hasta tus músculo (luego uno se siente

re valiente). Por poner un ejemplo, un estudio de la Universidad de Harvard (EEUU) determinó con claridad que aquellas personas que consumen vino en dosis moderadas tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco. Pero no olvidemos como comercial federal “todo con medida”.

En próximas fechas por cierto (principios de agosto) se celebrará el WineFest, un festival del vino conformado por un grupo de personas entusiastas del vino, la gastronomía y el turismo, el lugar perfecto para los conocedores del vino tinto y también para aquellos que lo quieren empezar a conocer. Así que la próxima vez que tenga visitas ya tiene más opciones de donde llevarlo, y que mejor que disfrutar y promover lo que hacemos en nuestra tierra. Solamente recuerden no compartir sus copas, porque luego sabrán sus secretos. ¡Salud!