Depresión afectó en 2017 a 7 mil empleados; IMSS pagó 12 mdp por inhabilitación

CIUDAD DE MÉXICO. Durante el año pasado siete mil trabajadores fueron incapacitados por depresión por el IMSS, de los cuales, 60 por ciento, equivalente a 4 mil 200, fueron mujeres, compartió Excelsior.

Los actuales ritmos de vida, sucesos traumáticos, enfermedades físicas, accidentes y las condiciones laborales han repercutido en que los empleados desarrollen esta enfermedad mental, aseguró el jefe de la División para la Discapacidad en el Trabajo, del IMSS, Jesús Moisés Angelares Meza.

“Los pacientes con depresión empiezan a verse limitados en las acciones laborales, por eso los asegurados tienen la necesidad de una incapacidad”, aseguró.

El encargado del área de discapacidad laboral refirió que en este periodo pagaron 12 millones de pesos por la inhabilitación de los pacientes. Enfatizó que no importa el puesto de trabajo, ni edad ni condición social, cualquier trabajador puede presentar este trastorno depresivo.

“No hay una situación en cuanto el perfil de puesto, cualquier persona puede ser vulnerable a tener un problema de depresión”.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría, en México la depresión ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres.

Las propias enfermedades crónico degenerativas que predominan en la población nacional, como son la diabetes, cáncer, hipertensión y enfermedades cardiacas, también son factores de depresión que se suman a los empleados, indicó el jefe de la División para la Discapacidad.

“Sin duda la depresión es un problema de salud en el cual la depresión per se existe, pero casi siempre vemos que ésta surge porque va acompañada de un problema físico”, explicó.

El Programa de Acción Específico Salud Mental (PAE) 2013-2018, refiere que la probabilidad de muerte prematura entre las personas con depresión grave y esquizofrenia es de 40% a 60%, mayor que en la población no atendida por enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la infección por el VIH.

Asimismo, el esquema indica que la depresión y la ansiedad generan una condición de discapacidad mayor en días de trabajo perdidos, comparado con algunas enfermedades crónicas como son enfermedades cardiacas, diabetes, cáncer, hipertensión o artritis.

En México se estima que 9.2% de la población ha sufrido depresión, mientras que a futuro se proyecta que una de cada cinco personas sufrirá depresión antes de los 75 años, y serán los jóvenes quienes presentarán tasas mayores.

DEPRESIÓN SEVERA ES LA PRINCIPAL CAUSA DE INCAPACIDADES

El tratamiento, incapacidad e incluso internamiento dependen del nivel de depresión que padezca un derechohabiente, y debe ser valorado por sicólogos y siquiatras de primero y segundo nivel de las instituciones públicas, advirtió Socorro Hinojosa, sicóloga clínica.

“No es fácil otorgar incapacidad por depresión, se debe determinar en conjunto con primero, segundo y tercer nivel de atención, el estado del paciente y los riesgos que pueda presentar”, advirtió la sicóloga.

La especialista indicó que los casos de mayor preocupación para el sector Salud son los pacientes con depresión grave, un nivel de la enfermedad por el cual idealizan el suicidio, debido a la pérdida de interés en las actividades cotidianas, padecen tristeza profunda, aislamiento, pérdida del apetito y sueño.

“Cuando se establece que el paciente tiene un trastorno depresivo mayor o un cuadro bipolar, que es una variante entre un cuadro de euforia y una gran depresión, tiene que ser valorado y diagnosticado por siquiatría”, explicó.

Hinojosa indicó que el tratamiento de estos pacientes se basa en fármacos, sicoterapia y, en algunos casos, el internamiento por el riesgo de suicidio.

Los tiempos de incapacidad pueden variar según el nivel de depresión, que va de leve, moderada y grave, y en los primeros casos de siete días, hasta en los casos graves que finalizan en internamiento.

SEÑALES DE ALARMA

Profunda tristeza.

Pérdida de interés por las cosas y actividades que antes disfrutaba.

Sentimientos de vacío, de culpa.

Comer en exceso o perder el apetito.

Dormir mucho más de lo habitual o sufrir insomnio.

Sentimientos de cansancio todo el tiempo, apatía, fatiga.

Dificultad para concentrarse.

Realizar las actividades con mayor lentitud.

En los casos más graves, pensamientos relacionados con la muerte.

Para ser considerada depresión, estos síntomas deben estar presentes durante dos semanas.

TODOS SON VULNERABLES

La depresión es una enfermedad que puede sufrir cualquier persona. Provoca tristeza y afecta la capacidad para realizar actividades cotidianas. Repercute en las relaciones familiares y sociales.

Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

La depresión está estrechamente relacionada con el suicidio, el cual es la segunda causa de muerte a escala mundial más común entre los jóvenes.

TRAS SISMO DEJÉ MUCHAS ACTIVIDADES BÁSICAS: ÓSCAR

El terremoto del 19 de septiembre en la Ciudad de México detonó la depresión del ingeniero Óscar, de 33 años.

Óscar, quien vive en Coapa, una de las zonas que más afectaciones sufrió por el terremoto, relató que la impresión de ver los edificios caídos de sus vecinos, en el fraccionamiento Los Girasoles y el Colegio Rébsamen, donde fallecieron 32 niños, le generó una profunda tristeza y temor.

“Para mí fue muy fuerte asimilar que una zona donde llevo 30 años viviendo era propicia para que pasaran estas cosas. Aún sigue costándonos trabajo asimilar que todo acabó para muchas personas y que puede volver a ocurrir”, declaró el ingeniero.

Óscar, quien es deportista y promotor de la inclusión de personas con discapacidad, previamente había padecido ansiedad y tomaba medicamento para controlarla, este hecho hizo que su vida laboral y cotidiana fuera afectada.

“Dejé muchas actividades que para mí eran cotidianas y básicas. El deporte lo tuve que dejar un tiempo porque no me sentía cómodo”, aceptó el trabajador de una empresa de cosméticos.

Poco a poco sus seres queridos notaron el cambio de conducta de Óscar y su novia le sugirió buscar ayuda profesional.

En un principio él rechazaba estar mal, sin embargo, al aumentar los síntomas de tristeza, agotamiento, alteraciones del sueño, y tristeza profunda aceptó.

“La depresión es una enfermedad discapacitante para tu vida. Empiezas con pensamientos fuertes, muy duros que uno mismo se lastima, se autoflagela”, detalló el trabajador, quien fue incapacitado en su empresa por una semana.

El consejo de Óscar para otras personas que tengan síntomas de depresión a partir del sismo es que busquen ayuda profesional para mirar la vida sin tristeza y sin miedo.

De acuerdo con la directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, María Elena Medina-Mora Icaza, se espera que, por el sismo, haya una repercusión en el aumento de personas con depresión, quienes previamente ya tenían un trastorno mental latente. (EXCELSIOR)