En Coahuila, adiós al popote

 

 Autoridades y empresarios piden erradicar su uso en el estado en pro del medio ambiente

De acuerdo con especialistas en la materia, el popote es uno de los utensilios desechables más contaminantes en el planeta, pues pueden tardar más de 100 años en degradarse.

Una gran parte de los popotes desechados terminan en las playas y el mar, afectando de manera irremediable a la fauna marina, especialmente a  ballenas, delfines y tortugas, además de las aves, quienes los consumen de manera accidental buscando su alimento.

Además, según dio a conocer Sergio Marines, gerente general de Profauna, también causan daños al medio ambiente local, pues es común encontrar miles de pajillas de plástico en las faldas de la Sierra de Zapaliname.

Como parte de la responsabilidad social de algunos restaurantes de la ciudad, se busca crear conciencia del daño ecológico que representa el utilizar popotes en las bebidas. Negocios como Toks, ubicado en la plaza Patio Saltillo, al norte de la ciudad, coloca en sus mesas manteles informativos, donde explican el daño que se produce al ambiente con el uso de las pajillas.

Además, no entregan popotes con las bebidas, a menos que el cliente lo solicite.

Esta misma dinámica ha emprendido la CANIRAC en Saltillo, con una campaña en la que invitan a hacer conciencia de su uso a sus comensales.

La idea de esta campaña, según el presidente en Saltillo, Fabio Gentiloni, es la misma que en el Toks: no entregar popotes a menos que el cliente lo solicite.

Según un estudio realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en colaboración con el INEGI y la Cámara de Diputados Federal, en México el 95 por ciento de los popotes que se utilizan no son reciclables. Además, el mismo estudio señala que un ser humano utiliza en promedio 38 mil popotes durante toda su vida.

En Coahuila, el uso de popotes en los restaurantes también ha preocupado a ambientalistas y empresarios, por lo que se han dado a la tarea de buscar opciones para lo que calificaron como “un mal innecesario”.

El gerente de PROFAUNA, Sergio Marines, señaló que si bien es necesaria una legislación en la materia, es más importante que los coahuilenses hagan consciencia y se sumen a las iniciativas en pro del ambiente.

“El popote realmente es un gran riesgo para el ambiente, por lo que más que una ley deberíamos sumarnos a este tipo de iniciativas”, señaló en entrevista.

“Los popotes son de plástico, y como todos los plásticos son residuos que muchas de las veces terminan en baldíos o en los pies de la sierra, y tardan hasta miles de años en descomponerse, causan un montón de problemas, y al degradarse generan contaminación”, explicó.

EL HERALDO buscó al diputado local José Benito Ramírez Rosas, coordinador de la Comisión de Salud, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Agua de Coahuila, para conocer si se trabaja desde el Congreso Local en la disminución del uso de plásticos, o en su caso, proponer la presentación de un punto de acuerdo.

Ramírez Rosas dijo que el impulsar desde el Congreso del Estado una iniciativa o punto de acuerdo sería muy beneficioso para la comunidad, y se comprometió a plantearlo desde la comisión que encabeza.

“Tendríamos que recalcar que al llevarse una iniciativa o punto de acuerdo al Congreso y aprobarse, habría que insistir en la ciudadanía, en darles platicas y asesoría, para que se tenga que cumplir como debe ser, y no hacer un uso excesivo del popote”, dijo.

Según lo acordado por el diputado José Benito, la iniciativa iría en términos similares a la de la presentada en años anteriores en el tema de la sal, cuando se logró erradicar su presentación en las mesas de los restaurantes, y hasta la fecha solamente es entregada en caso de que un comensal la requiera.

En el tema de los popotes, se buscaría impulsar que desde el Congreso del Estado se exhorte a los restaurantes del estado a no entregar pajillas de plástico en los vasos de las bebidas, o a buscar alternativas amigables con el ambiente.

“Afecta mucho, todo el desechable, el mal uso que se le da, a veces es excesivo, por no batallar”, indicó José Benito Ramírez.

El legislador local invitó a que, una vez presentado el tema en el Congreso de Coahuila, se reúnan los líderes restauranteros y encargados de ecología de municipios y estados para lograr una verdadera erradicación del uso del popote.

Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Urbano de Coahuila, Eglantina Canales, indicó que en la dependencia que encabeza ya se analizan las prácticas que se realizan en otros lugares del mundo en lo relativo al uso de desechables, incluidos los popotes, para poder replicar algunas de las buenas prácticas en el estado.

“Está habiendo un esfuerzo mundial para eliminar el uso de popotes, y muchos de los productos desechables que son de un solo uso, porque ¿cuánto duras en usar un popote?, unos 15 minutos, y tardan años en descomponerse”, alegó.

Señaló que legislar desde el Congreso y los cabildos sería una muy buena iniciativa para eliminar el uso de los materiales desechables.

“Vamos a analizar de qué tipo de regulación habría que hacer, si municipal o estatal, para a partir de esa derivarlas como reglamentos”, dijo la titular de la SMADU.

CANIRAC PROPONE POPOTES BIODEGRADABLES

El presidente de la CANIRAC en Saltillo, Fabio Gentiloni, también se sumó a la iniciativa de eliminar el uso de popotes en los restaurantes de Coahuila, de hecho –dijo- desde hace unas semanas se repartieron entre los agremiados banners publicitarios con una campaña para erradicar el uso de este instrumento.

Lo que la CANIRAC propone a sus integrantes es dejar de entregar pajillas a sus clientes, y solamente si el cliente lo pide llevársela a su mesa. Aunque también esperan concientizar a la población de que es mejor eliminar su uso.

“Tendría que ser algo obligatorio, porque el tema de los popotes es un mal innecesario que nos acostumbrados, se tiene que erradicar, es muy fácil hacerlo”, señaló Fabio Gentiloni.

“Todos están muy interesados en participar (los restauranteros), lanzamos la campaña, para que sea obligatorio en la CANIRAC, para que no lleven el popote, a menos que la gente lo pida, agregó.

Además, dijo que hay otras alternativas para que la gente que pida popotes pueda seguir utilizándolos, y es la de comprar pajillas biodegradables, por ejemplo, las que están elaboradas a base de hueso de aguacate, y que tarda en descomponerse alrededor de 100 días.

“Ya hay alternativas muy buenas, en Il Mercato entregamos un popote a base del hueso del aguacate, es muy parecido al plástico, pero es 100 por ciento biodegradable”, indicó.

Dijo también que pondrá a disposición de los restauranteros el contacto de la empresa que fábrica este tipo de popotes, pues lo importantes es lograr un bien por el medio ambiente.

CIUDADES EN EL MUNDO SE HAN SUMADO

En el mundo varias ciudades se han sumado a la iniciativa de eliminar el uso del popote. Según dio a conocer el periódico New York Times, al menos en Estados Unidos, Malibú, Seattle, Miami Beach y Fort Myers ha prohibido o limitado el uso de pajillas en los restaurantes.

Quienes impulsan estas iniciativas han señalado que reducir el uso del popote contribuirá a cambios conductuales más profundos, que a la larga beneficiarán al medio ambiente.

Otras iniciativas han surgido en otros países, por ejemplo, en 2019 Escocia planea deshacerse de los sorbetes plásticos, y para 2030, Taiwán prohibirá los artículos de un solo uso, incluyendo popotes, vasos y bolsas de supermercado.

“En todo el mundo las personas han batallado con el efecto del plástico en el medioambiente, pues no se degrada de manera natural y con mucha frecuencia se utiliza una sola vez antes de terminar en rellenos sanitarios, atascando las alcantarillas o acumulándose en los océanos, a menudo durante largos periodos”, señala el artículo. (JOSÉ TORRES)