Los autos eléctricos tienen otro problema: la facilidad con que se incendian

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Los bomberos apagaron el fuego de la batería en llamas del Model X de Tesla Inc., y luego los ingenieros de la compañía retiraron aproximadamente una cuarta parte de las celdas de energía, antes de que se considerara seguro remolcar el vehículo de una autopista en California.

La página web de El Financiero publicó que eso no evitó que las poderosas y altamente inflamables baterías de iones de litio se volvieran a incendiar. El automóvil se prendió dos veces más dentro de las 24 horas tras el fatal accidente del 23 de marzo, y nuevamente seis días después, según un boletín de seguridad del departamento de bomberos de Mountain View.

Los incendios en vehículos eléctricos son raros, pero la química volátil de sus baterías y la necesidad de capacitación especial sobre cómo extinguirlos plantean nuevas interrogantes de seguridad al tiempo que los fabricantes de automóviles están encaminados a aumentar significativamente la producción. Las técnicas para apagar incendios en vehículos a gasolina podrían empeorar la gravedad del fuego en uno a batería.

«Estamos en aguas inexploradas aquí», dijo Donald Sadoway, profesor de química de materiales del Instituto Tecnológico de Massachusetts. «Cuando comienzas a poner paquetes de 70 kilovatio-hora en un automóvil, es muy diferente de lo que ocurre en un teléfono celular».

La creciente popularidad de las baterías basadas en litio que alimentan todo, desde artículos electrónicos personales hasta bicicletas, se ha visto periódicamente afectada por brotes de incendios. Explosiones en cigarrillos electrónicos, computadoras portátiles e incluso las baterías de uno de los aviones de pasajeros más sofisticados del mundo, el Boeing Co. 787, han provocado restricciones de parte de los gobiernos y titulares alarmantes.

La Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos ha iniciado investigaciones sobre dos recientes incendios de vehículos Tesla, junto con un incendio anterior en 2016. La agencia encargada de establecer los estándares de seguridad de los vehículos, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por su sigla en inglés), anunció el jueves que también estaba recopilando información sobre el episodio más reciente, ocurrido el 8 de mayo en Fort Lauderdale, Florida.

El problema no es nuevo. La NHTSA también ha llevado a cabo anteriormente investigaciones sobre incendios de baterías, incluido un Chevrolet Volt, de General Motors Co., que se incendió en 2011, varias semanas después de que la agencia realizara pruebas de choque en el vehículo. Otros fabricantes cuyos autos han estado involucrados en incendios son la ex Fisker Inc. y Mitsubishi Motors Corp.

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Calor y chispas

Los componentes de las baterías recargables de iones de litio las hacen inherentemente propensas a los incendios.

A diferencia de la gasolina, que necesita una chispa antes de que se encienda, las celdas de litio contienen sus propios sistemas de encendido: grandes cantidades de energía que se transforman en calor y se enciende cuando hacen cortocircuito. También contienen solventes que son poderosos combustibles para los incendios, además de metales oxidados que pueden proporcionar oxígeno al fuego, lo que complica los esfuerzos para extinguirlo.

Si bien la industria de las baterías ha logrado grandes avances para garantizar que las celdas puedan funcionar de forma segura durante el funcionamiento normal y la recarga, es poco lo que se puede hacer una vez que las celdas se rompen en una colisión violenta, dijo Prashant Kumta, profesor de ingeniería de la Universidad de Pittsburgh que ha estudiado la química de las baterías.

En un fenómeno conocido como fugas térmicas, una batería en cortocircuito produce cada vez más calor, lo que crea una reacción en cadena de fuego y más producción de calor en las celdas adyacentes, dijo.

Comparando Riesgos

Se registraron 174 mil incendios en todos los vehículos motorizados en EU en 2015, con un saldo de 445 personas fallecidas, según los datos más recientes de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.

La atención prestada al grupo relativamente pequeño de incendios de Tesla en comparación con los miles de incendios de otros automóviles ha irritado al fabricante de autos. El riesgo de que un automóvil impulsado por gasolina se incendie fue más de cuatro veces mayor que el Tesla Model S, dijo el presidente de la compañía, Elon Musk, en una publicación de blog de 2013.

«Es más probable que te golpee un rayo en tu vida que experimentar un incendio no perjudicial en un Tesla», dijo Musk. La compañía no respondió a una solicitud de comentarios sobre los episodios recientes.

Sin embargo, hay pocos datos gubernamentales sobre la ocurrencia de incendios en vehículos eléctricos, lo que dificulta documentar el alcance del problema, dijo Jason Levine, director ejecutivo del grupo de defensa Centro para Seguridad Automovilística. (EL FINANCIERO)