SIN PIES NI CABEZA

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

Si efectivamente el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador visita Coahuila el jueves de la semana entrante, encontrará aquí completamente desdibujado, sin pies ni cabeza, con un divisionismo creciente al partido que fundó, del que es dueño y hasta presidente plenipotenciario extraoficial.

De acuerdo con la ausencia de coordinación y acuerdos entre los actores políticos de Morena en Coahuila, este partido podría perder en las próximas elecciones el importante posicionamiento que logró el año pasado, al pasar de cero al 10 por ciento en las preferencias electorales.

El divisionismo lo reflejan los registros de dobles y hasta triples candidaturas ante el Instituto Electoral de Coahuila en siete de los 38 municipios coahuilenses, como son Arteaga, Matamoros, San Pedro, Piedras Negras, Torreón, Francisco I. Madero y Frontera. Además en Parras y Ocampo dicho partido no respeta la sentencia del Tribunal Electoral que lo obliga a registrar candidatas mujeres para cumplir la equidad de género.

Con una aceptación tácita de ese divisionismo, la dirigente estatal morenista, Miroslava Sánchez, ha dicho que “hay personas que buscan subirse al barco”, con lo cual está tildando de advenedizos y oportunistas a un ex panista como José Ignacio Corona Rodríguez, y al hasta hace unos días priista Claudio Bres, que se registraron para las alcaldías de Torreón y Piedras Negras, respectivamente. El consejero presidente, Raúl Yeverino, reconoce la falta de madurez imperante al declarar que “construir el partido Morena, fortalecerlo, es una tarea ardua porque se desatan las pasiones”. Pues sí.

Y así unas planillas las registró la Directiva Estatal, otras el Consejo Estatal, unas más se impusieron desde la capital del país, y al parecer hasta el ex candidato a gobernador Armando Guadiana, que ya trae pleito casado con Miroslava, metió su cuchara para agrandar los conflictos de Morena y los partidos coaligados PES y PT.

Lo curioso del caso es que el Código Electoral establece que si no se ponen de acuerdo los “registrantes”, entonces quedará admitida la planilla que se registró en último lugar.