UNA COLORADA (VALE MAS QUE 100 DESCOLORIDAS)

LILIA ANA CISNEROS

¡AUNQUE USTED NO LO CREA!

Justo en el marco de la memoria de una acción presidencial valiente para poner límites a empresas abusivas, que impunemente violentaban derechos de los mexicanos –trabajadores y ciudadanos– el señor Enrique Peña Nieto señaló que “hoy se permite la participación privada en los mercados… generando competencia, eficiencia e inversión” para luego continuar asegurando que «Las alternativas pasan por preservar o cancelar la libertad de los consumidores de elegir entre distintas opciones…” ; pero como suele ocurrir, el discurso parece retórica hueca alejada de la realidad.

Sin abundar en la cascada de disensos producidos por el aumento en el costo de las gasolinas, tomo otro ejemplo de energía para dibujar una triste realidad cuyas causas pudieran estar en la poca pericia de los mandos medios de subalternos que no se sabe a ciencia cierta si sirven más a las instituciones que al mercado.

Hace más de seis años, se finiquitó la única competencia que tenía la CFE y esta cual pulpo único absorbió el manejo de la energía eléctrica en el valle de México y algunos estados del centro de la república. Recuerdo el entusiasmo de un taxista ex miembro de Luz y Fuerza del centro quien hace casi 5 años, manifestó su admiración por el actual presidente quien de viva voz, les aseguró que serían recontratados por los nuevos inversionistas que competirían con el monopolio de la empresa estatal auto-definida como de “clase mundial”.

En ese mismo plazo grupos vecinales han debido acudir a instancias diversas para corregir, sorpresivos aumentos en la boleta de cobro, injustificados la mayoría de las veces y tratado como si el cliente fuera esclavo, “primero paga[1] para que te reconectemos y luego veremos”. Otra queja –con prisa en los dos últimos meses– ha derivado de la “invitación” a cambiar los medidores analógicos por digitales, con la oferta de supuestas ventajas que en la pura realidad se circunscriben a la empresa y para nada a los consumidores, como es el caso de: ahorran costos al no necesitar lecturistas, pues desde centros de cómputo registran lo que se supone que es el gasto del cliente. Si acaso CFE de manera unilateral considera que Usted les debe más de lo que por años ha sido su consumo, desde la misma central “le cortan el servicio”, sin entrar en valoraciones humanas como: se trata de personas de la tercera edad, hay un enfermo en el domicilio afectado, la inseguridad de la zona se agrava si no se tiene iluminación, es una micro-empresa familiar que perderá todos sus inventarios por la ocurrencia de bajarles el switch y lo que es peor, cada reparación de daños por su mal servicio, que usted solicite le será cargado a su recibo desde la revisión misma con el resultado obvio de que jamás asumirán su responsabilidad por la descompostura de su refrigerador, su televisor o su tostadora.

Quizá los analistas de las novedades, les parezca más importante desmenuzar temas como el de los candidatos independientes que fueron descalificados, el hackeo de la página del candidato priísta a la jefatura de gobierno en la ciudad de México y hasta la sangre derramada por una treintena de precandidatos a la elección del próximo julio de este año, pero a la gente de carne y hueso, le urge resolver cuestiones como la discriminación que pseudo izquierdistas hacen de personas mayores de 60 años, que trabajaron duro toda su vida, para recibir menos de tres mil pesos mensuales de pensión y arreglárselas quien sabe como para pagar luz -y es el mismo caso el agua- cara porque su casa está en una colonia calificada como “alta” ¿De estas colonias ejemplo del esfuerzo de ciudadanos que en otro tiempo se consideraban de clase media saldrá el tigre que “ya saben quien” no controlará?

Un buen número usuarios, han rechazado sistemáticamente el cambio de su medidor, por motivos como los que he señalado, y sobre todo por el ejercicio de su libertad –como lo dijo el presiente para elegir si quieren en medidor que CFE compró y se comprometió a instalar sin siquiera haberle preguntado antes. ¡Pero aunque usted no crea! en este último bimestre la luz casi dobló y en varios -que al parecer son muchos-casos aumentó mas del 500 por ciento y algunos ciudadanos responsables, acudieron a la presidencia. La contraloría de la CFE y hasta la PROFECO, solo para enterase que sin mediar su consentimiento y sin que hay un procedimiento judicial que le obligue, la empresa sub-contratada, colocó los medidores que le ofrecieron en postes de la acera de enfrente e su domicilio, mismo que reconectaron a su acometida no si antes provocar corto en sus medidores analógicos que por cierto si servían.[2]

También nos enteramos que el fideicomiso para el ahorro de la energía (FIDE), ya no existe y que su personal fue absorbido por otro del norte de la república[3], que también desapareció la contraloría interna de la CFE, que las quejas las atiende una oficina menor de atención a clientes y que la contraloría para aspectos mayores depende directamente de la secretaria de la función pública.

Que alegría que Adolfo López Mateos, o Lázaro Cárdenas, ya no estén aquí para ver el desprecio que las empresas tienen por los ciudadanos, a los cuales solo consideran clientes o consumidores y celebro el valor de varias personas -de la tercera edad varias de ellas- que han manifestado su voluntad de regresar a la época de alumbrarse con velas y calentar sus alimentos con fogón de carbón.

[1] Citadinos de clase media que no recurrirán a la emergencia del “diablito” deben salir a pedir un préstamo para liquidar mas de 10 mil pesos por un bimestre cundo su gasto promedio no rebasaba los 500 pesos, para no dejar en el desamparo a la abuela o al pariente discapacitado.

[2] Anexo fotografía de tres casos de la delegación Coyoacán y estamos documentado muchos más.

[3] FIPATERM fideicomiso para el aislamiento térmico en la vivienda.