OPINIÓN

DEL LLANTO AL JÚBILO

Por

18 marzo, 2018

ARCELIA AYUP SILVETI

Suelo caminar temprano por las calles de mi colonia. Intento mirar hacia adentro, pero mi mente inquieta se resiste, como una forma de evadir realidades, sueños y retos. En ese “estira y afloja”, observo casas armónicas e impecables; otras abandonadas, simples o con dificultad de acceso, hay una custodiada por enormes árboles que impiden el paso peatonal y para la puerta principal.

Empiezo a conocer donde hay perros amigables, bravos o ladradores. En qué casa barren temprano o cuidan las plantas; en cuales no levantan el periódico o llevan desayuno a domicilio. Disfruto caminar exactamente por donde se me antoje, sin ruta previa, donde me lleven mis pasos, como un acto de libertad, de buscar el canto de los pájaros, la sombra o los árboles con flores.

Esta semana descubrí un cactus que me llamó la atención. Es delgado y de color verde opaco, como si estuviese triste, en medio de una situación difícil. De hecho, alrededor tenía extensiones de su propio cuerpo, tirados como pequeños cadáveres que se resistían a irse a otra parte, recordando que ahí estaban. Lo sorprendente de esto, es que el cactus estaba coronado por pequeños cactus nuevos, vivos, de un verde radiante.

Me gustó mucho ver esa imagen, y decidí guardarla para mí, para mi cada vez más escuálida memoria. Por eso camino sin celular, para que no sea la cámara la que capte la vista que quiero, sino que sea un regalo solo mío, para ejercitarla, que viva los colores, el contraste del verde triste con el festivo; y las espinas café tierrosas en contraparte con las nuevas, delicadas, amarillas y aún suaves.

Me llevó a pensar en algunos dichos, por ejemplo, que cuando la noche es más oscura, el sol está a punto de aparecer; o que cuando un moretón está muy feo, es porque sanará pronto, o que después de la tempestad viene la calma. ¿Conocerá el cactus estos dichos? ¿Con quién compartirá su dolor y sentirse abatido? ¿Tendrá familia y amigos en quien apoyarse? ¿Cómo sería su proceso, del llanto al júbilo?

biznagaas@hotmail.com