“Las misas no se pagan”: el papa Francisco

 Foto: Giuseppe Ciccia/Pacific Press via ZUMA Wire/dpa  

Atención, católicos de todo el mundo: nadie está autorizado para cobrar para oficiar una misa.

Si acaso, se pueden hacer donativos voluntarios, pero las misas son completamente gratuitas.

No lo decimos nosotros, son palabras del papa Francisco de este miércoles, durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano, según señaló la página web de The Huffington Post.

La declaración del pontífice surgió cuando hizo referencia a la inclusión del nombre de un difunto en una misa.

“¿Padre, cuánto tengo que pagar para que se diga mi nombre? Nada. ¿Entendido? Nada. La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo que es gratuito”, señaló el papa Francisco.

Habló también de cómo la Iglesia católica ha querido que las oraciones se hagan en idiomas que entienda la gente para así unirse a los rezos del sacerdote. Enfatizó en que durante la eucaristía no se debe de pensar en cosas extrañas o ajenas a la fe pues Jesús fue muy claro cuando dijo que ese era su cuerpo y su sangre.

Las otras polémicas del papa jesuita

No es la primera vez que el pontífice va en contra de las costumbres e ideologías centenarias de la Iglesia católica.

Cuando iba en su avión de regreso a Roma tras estar en Armenia en junio de 2016, Francisco consideró que la Iglesia católica debe pedirles perdón a los miembros de la comunidad LGBT por el trato que han recibido en el pasado.

Esto solo fue una reafirmación a una postura tomada en 2013. «Si aceptan al Señor y tienen buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlos? Ellos no deben ser marginados… ellos son nuestros hermanos», dijo en aquella ocasión.

A principios de 2016, el papa también sugirió que las mujeres podrían usar anticonceptivos para evitar embarazos, esto cuando el mundo vivió una terrible epidemia del virus del Zika y de esta forma se evitaría su propagación.

En enero pasado, Francisco alentó a las mujeres a amamantar a sus bebés, en la iglesia si es necesario, diciendo que amamantar a los hijos es «el lenguaje del amor». (THE HUFFINGTON POST)