En el marco al Día Mundial del Trasplante de Órganos el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hace énfasis en abordar con la familia el tema de la donación y manifestar éste deseo a las personas más cercanas, para agilizar el proceso de procuración en caso de sufrir muerte encefálica.
El coordinador de donación de órganos del Seguro Social en la región sureste, Rolando Caballero López, señala que definitivamente para que exista un trasplante debe haber un donador y en ese contexto se apela a la buena voluntad de la ciudadanía para que desde ya, tome las medidas necesarias para ser considerado como tal, en el entendido de que en cualquier momento podemos ser los posibles receptores.
La necesidad de un trasplante existe en todas las etapas de la vida, la mayoría oscilan en la edad productiva, agrega el experto quien refiere que es en este mismo rango donde más muertes encefálicas por accidentes ocurren, ya sea por alguna enfermedad cerebral, o por hemorragias.
A nivel nacional la lista de espera para acceder a un órgano asciende a aproximadamente 22 mil personas; el primer lugar es el requerimiento de riñón, -alrededor de 14 mil solicitudes de los cuales 10 mil son afiliados al Seguro Social-, en segundo se encuentra la necesidad de córnea con una contabilidad cercana a los tres mil 500; de hígado hay 500 y de corazón 40.
A decir del experto, el 97 por ciento de la lista en espera requiere trasplante de donador cadáver; el tres por ciento restante es de candidatos de órganos de alguna persona con vida.
Por fortuna y gracias a la difusión positiva de los medios informativos, los trasplantes a nivel nacional han incrementado hasta un 170 por ciento, aunado a que se ha captado un interés notable de jóvenes que desean conocer el proceso para que se les considere donadores en potencia.
Durante el año anterior, en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), No. 71 en Torreón, se realizaron 137 trasplantes de riñón, de los cuales 20 fueron de cadáver y 84 de córnea.
En apego a las leyes mexicanas, se debe de contar con la autorización de los familiares directos del occiso (padre, madre, esposo, esposa o hijos mayores de edad), y en caso de negativa se respeta, aún y cuando exista un documento como la licencia de conducir, en el que en vida la persona haya manifestado su disposición de convertirse en donador.
No hay edad límite para ceder un órgano y el requisito fundamental es que la persona haya llevado una vida sana.
Caballero López destaca la importancia de incrementar el número de trasplantes de donador cadáver, por lo que insiste en continuar con las acciones de concientización y abordar el tema en el ámbito de la familia. (EL HERALDO)
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