Cuatrocientos mil sirios en el este de Guta viven el infierno en la tierra

 

El Secretario General dijo estar profundamente entristecido por las matanzas y el terrible sufrimiento de la población civil en la ciudad siria e hizo un llamado a las partes para que suspendan las hostilidades.

Las declaraciones fueron hechas este miércoles al principio de una reunión del Consejo de Seguridad sobre la Carta de las Naciones Unidas, en la que Guterres advirtió que la situación en la zona es una “tragedia humana” que se está desarrollando ante los ojos del mundo.

Agregó que a pesar de que apoya las actuales consultas en el Consejo para detener las hostilidades bajo un número de condiciones, Guta “no puede esperar más”.

“Estoy muy triste por el sufrimiento de la población civil, cuatrocientas mil personas viven el infierno en la tierra […] Mi pedido para todas las partes es una suspensión inmediata de todas las actividades de guerra para poder alcanzar a todos aquellos que necesitan ayuda humanitaria, evacuar alrededor de 700 personas que necesitan tratamiento urgente que no se les puede proporcionado allí y crear la posibilidad para que otros civiles puedan recibir asistencia en el terreno”, dijo.

El titular de la ONU había señalado el martes en un comunicado que el este de Guta es parte del acuerdo de reducción gradual de hostilidades alcanzado en Astana, y pidió a los garantes recordar sus compromisos en este sentido.

Las Naciones Unidas han pedido reiteradamente el cese de las hostilidades para permitir el suministro de ayuda humanitaria y la evacuación de los enfermos y heridos.

El Secretario General instó a todas las partes a garantizar que se respeten los principios básicos del derecho internacional humanitario, incluido el acceso sin trabas a la población civil, las evacuaciones médicas incondicionales y la protección de la población y la infraestructura civil.

 

Zeid pide que se detenga la matanza

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, también se pronunció sobre los hechos en Guta y reveló que, según informes documentados por su Oficina, desde el 4 de febrero hubo más de 1200 incidentes violentos dirigidos contra civiles, que dejaron al menos 346 muertos y 878 heridos, principalmente durante ataques aéreos en áreas residenciales.

Noventa y dos de estas muertes supuestamente ocurrieron en solo un período de 13 horas el lunes. Estas cifras distan mucho de ser exactas, ya que representan solo aquellos casos que la ONU ha logrado documentar en medio del caos y la destrucción.

“Estos son cientos de miles de civiles que han estado atrapados durante más de cinco años bajo asedio, sufriendo la privación de sus necesidades más básicas, y ahora se enfrentan a bombardeos implacables. ¿Cuánta crueldad tomará antes de que la comunidad internacional pueda hablar con una sola voz para decir que ya han muerto suficientes niños, que ya hay suficientes familias destrozadas, suficiente violencia, y para tomar medidas resueltas y concertadas para poner fin a esta monstruosa campaña de aniquilación? “, dijo Zeid Ra’ad Al Hussein.

La destrucción de casas ha provocado el desplazamiento de muchos civiles en áreas donde no hay un refugio seguro. Según los informes, los civiles, en particular las mujeres y los niños, viven en estado de pánico y buscan refugio bajo tierra, donde se les priva en gran medida de alimentos y saneamiento.

También se informó de una dramática escalada de ataques terrestres en las zonas rurales de Damasco y aquellas controladas por el Gobierno, que afectaron a la ciudad vieja, la zona residencial central y otras áreas. Desde el 14 de febrero, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha documentado 15 muertes de civiles y 51 civiles heridos.

El Alto Comisionado Zeid hizo eco de los llamados urgentes de otros altos funcionarios de la ONU para un cese inmediato de las hostilidades y reiteró su petición a la comunidad internacional para garantizar la rendición de cuentas por las violaciones en curso, muchas de las cuales pueden constituir crímenes de guerra. (CINU)