NAPITO

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

A medio mundo sorprendió la inclusión del dirigente minero y prófugo de la justicia mexicana, Napoleón Gómez Urrutia, en las listas de plurinominales de Morena para una curul en el Senado.

Y es que el junior Gómez Urrutia representa lo más corrupto y abominable de las dirigencias sindicales en México, al grado de poder reelegirse como líder del sindicato minero estando fuera del país, en este caso en Canadá donde se da vida de sultán.

Napito no es un refugiado político, como lo quiere hacer ver el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, sino un prófugo de la justicia contra quien pesan órdenes de aprehensión y hasta ficha roja emitió la Interpol, después de que presuntamente dispuso de 54 millones de dólares de un fideicomiso creado para compensar a trabajadores mineros de Cananea, Sonora, según laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que le ordenó repartir ese dinero. Pero el junior se los apropió.

Con 40 años al frente de los mineros, Napoleón Gómez Sada, sin ser un modelo de dirigente sindical y sin apenas demostrar defensa por su gremio, no incurrió en los excesos de su hijo, a quien, a su muerte, le heredó la organización sindical con la que Napito se volvió multimillonario.

Prófugo en nuestro país, después de la tragedia de Pasta de Conchos, presionado ante el total desinterés por la seguridad y defensa de los agremiados, Gómez Urrutia se refugió en Canadá donde obtuvo la nacionalidad y hasta diversos premios recibió por su contribución al fortalecimiento de los derechos humanos.

Lo increíble es que a la fecha, entre el gremio de mineros una parte lo repudia y vomita, pero otra le sigue otorgando todo su respaldo y apoyo para que permanezca al frente del sindicato.

Su inclusión en las listas pluris de Morena viene a confirmar que López Obrador es su propio enemigo, pues tal decisión le cobrará la factura, como también el hecho de añadir a las pluris al ex dirigente nacional del PAN, Germán Martínez.