Policía Federal custodia a la Mariposa Monarca

SENGUIO, Michoacán.- La Policía Federal se encarga de vigilar el estado de la mariposa monarca, así como de evitar la tala ilegal para que la población no disminuya en la reserva de la Sierra Chincua, en Michoacán, publicó El Heraldo de México.

Esta medida logró reducir 94 por ciento la tala clandestina en el santuario, al pasar de 11.92 hectáreas a 65, el cual registró su cifra más baja de ejemplares de la especie hace seis años.

“En esta zona (Sierra Chincua) se ha logrado llegar a la tala cero, pero en otras todavía sigue lo que se conoce como tala hormiga, que son uno o dos troncos, el saqueo de la leña, que es lo que se trabaja con las comunidades, y se evita incluso que saquen los troncos tirados, la leña”, mencionó el suboficial Óscar Ortega, de la división de Gendarmería de la Misión Ambiental de la Policía Federal, formada en 2016.

El uso de fertilizantes en los cultivos de algodón en Estados Unidos, aunado a la caída de árboles y la tala masiva en México –que se dio un año después– provocaron la radical disminución de mariposa monarca en el país, en 2012.

Esta situación fue calificada como la más baja de las últimas dos décadas, al registrar nueve colonias de hibernación, que ocuparon una superficie total de 1.19 hectáreas de bosque, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

En total, hay cuatro santuarios de la mariposa monarca, tres en Michoacán y uno en el Estado de México, los cuales son reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en suelo nacional, debido a la migración de las mariposas a estos sitios, lo que es considerado un evento único en el mundo.

LA MÁS FUERTE

La mariposa monarca inicia su viaje a mediados o finales de agosto desde dos rutas distintas, Canadá o Estados Unidos, y se internan en México durante septiembre y octubre, para llegar al centro a principios de noviembre y volver a su destino a finales de marzo.

En su paso por la República Mexicana, visita Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Sin embargo, de acuerdo con la Conanp, se registraron nuevas rutas en Baja California, Sonora y Chihuahua, debido a las condiciones fuertes de viento.

La ruta de hibernación hacia los bosques de oyamel es de más de cuatro mil kilómetros, y se cree que llegan por la memoria histórica, así como por la evidencia que dejan los restos de las mariposas, por lo que no se recomienda llevárselos. Durante su migración, la mariposa pasa por cuatro generaciones. Sin embargo, la que sale de México tiene ciertas peculiaridades.

“La generación que llega a estos bosques es la cuarta y es la más longeva, llega a vivir nueve meses, normalmente vive 24 días, pero la cuarta generación es la más fuerte”, mencionó el suboficial.

La duración de cada una de estas etapas depende de diversos factores, la temperatura y la época del año son de los principales, lo cual genera una adaptación de la población de mariposas para evitar su extinción, al mismo tiempo de que no causa superpoblación.

Las colonias de mariposas más visitadas por el turismo son Piedra Herrada, en Valle de Bravo, Estado de México, así como el Rosario y Sierra Chincua, en Michoacán, en las que se ha detectado una alta afluencia de visitantes, principalmente canadienses, estadounidenses y franceses, señaló Ortega.

A pesar de que aún no se sabe con precisión el número de hectáreas que ocupó la mariposa este año, se pronostica que supere al anterior, que fue de 2.9 hectáreas, área menor a la de 2016, de 4.1 hectáreas, sin embargo, se logró una recuperación respecto de 2015, cuando fueron sólo 1.13 hectáreas.

El principal factor de riesgo en México es la tala, pues a las mariposas monarca no les afecta el frío, ya que pueden resistir temperaturas de hasta menos siete grados, porque su meta bolismo es más lento. (EL HERALDO DE MÉXICO)