Presenta Jorge Dávila Flores iniciativa de reformas a la Ley de la Propiedad Industrial

 

Se busca otorgar más y mejores opciones a los consumidores

Ciudad de México.- El Presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, Jorge E. Dávila Flores, presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la iniciativa de reformas a la Ley de la Propiedad Industrial, para dar mayor certeza jurídica en materia de marcas, estimular la competencia y creatividad de emprendedores y empresas y otorgar más y mejores opciones a los consumidores.

El proyecto de Decreto prevé modificar el concepto tradicional de marca, para poder registrar elementos sonoros, olfativos, táctiles, sensoriales o la combinación de ellos, así como la imagen de los negocios, con el propósito de armonizar la normatividad con la de otros países y organizaciones internacionales, con los que México mantiene relaciones comerciales, tales como Estados Unidos, Japón, Reino Unido, la Unión Europea y la Comunidad Andina, entre otros.

Asimismo, se busca fortalecer y proteger las marcas colectivas y marcas de certificación, en apoyo de pequeñas y medianas empresas, las cuales pueden potenciar sus productos, garantizando el origen geográfico, material utilizado, modo de fabricación u otras características, que los diferencian de otros similares.

“Actualmente -explicó en entrevista Dávila Flores- ya se protegen las marcas colectivas, pero considero necesario fortalecer su regulación, toda vez que son propiedad de una asociación o sociedad de productores, fabricantes, comerciantes o prestadores de servicios legalmente constituidos y doy varios ejemplos: la Trucha de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, propiedad de la Unión Acuícola Pro-Monarca, que produce anualmente 295 toneladas de trucha, en beneficio de municipios de Michoacán; el Queso Cotija Región de Origen, que produce al año 700 toneladas, en beneficio de municipios de Michoacán y de Jalisco; también está la comunidad de freseros de Irapuato, Guanajuato, que se han distinguido por su calidad de exportación”.

Respecto de las marcas de certificación, añadió, no se encuentran previstas en la actual Ley, por lo cual deben ser reconocidas, ya que se definen como los signos que distinguen productos y servicios, cuyas cualidades u otras características han sido certificadas por su titular, tales como sus componentes, las condiciones de elaboración, la calidad y el origen geográfico. “Como ejemplos, puedo mencionar los distintivos “COTTON”, “COMERCIO JUSTO”, “USDA ORGANIC”, “ISSO 9000” y “KOSHER”, que otorgan valores agregados indiscutibles, ya que una entidad pública ha verificado la calidad de sus materias primas, sus instalaciones, equipos, procesos y estándares de calidad”, añadió.

Jorge Dávila comentó que en la administración pública, los distintivos sirven como marcas de certificación, como el sello “TIF” (Tipo Inspección Federal), con reconocimiento mundial, que otorga la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación a los rastros y establecimientos industriales dedicados a producir, almacenar, sacrificar animales, procesar y distribuir todo tipo de carnes y sus derivados o la marca “Hecho en México”, que es sinónimo de calidad, respaldada por el talento, creatividad e innovación de los productores que en nuestro país trabajan para ofrecer bienes y servicios competitivos.

“Con la inclusión de las marcas no tradicionales y de certificación, así como el fortalecimiento de las marcas colectivas, es necesario hacer ajustes a la Ley de la Propiedad Industrial, en la parte que establece qué signos pueden o no registrarse como marcas, basándose en los principios de simplificación administrativa y certeza jurídica para los solicitantes, reduciendo requisitos y precisando puntualmente el procedimiento del registro”, concluyó Dávila Flores. (EL HERALDO)